Sobre los 3

Pablo:

“Aunque la víspera de los viajes siempre me de un poco de pereza mientras preparo la maleta, me he movido bastante. En Cádiz, antes de marcharme a estudiar fuera, ya nos habíamos recorrido la provincia en bicicleta.

Estudié un año en Rovaniemi (Finlandia), en el Circulo Polar Ártico. -33ºC de mínima no me impidieron recorrerme Laponia en cuantos medios pude: trineo de perros, motos de nieve, raquetas,esquís.

Una beca de la Universidad me permitió pasar 2 meses en los campamentos de Refugiados Saharauis, en Tindouf (Argelia). Toda una experiencia humana y de resistencia a las altas temperaturas y la falta de medios básicos. Senegal fue mi primer acercamiento al África subsahariana. Y me encantó la experiencia. La Cassamance es el paraíso en laTierra, después de Bahía Cochinos (Cuba).”

Isa:

“Cuando me preparo para embarcar hacia un nuevo destino tengo la teoría de que es más importante el pre-viaje que el viaje en si mismo. Realmente da igual si vas a estar una semana, seis meses o un año en un lugar, lo fundamental es la preparación que hayas hecho para vivir esa aventura.

Dicen que el primer viaje que haces tú sola nunca se olvida. Efectivamente, mi primer interrail por las principales ciudades europeas se convirtió, sin yo saberlo por aquel entonces, en la excusa perfecta para vivir en Nantes (Francia) durante un año.

Todos los viajes, por muy pequeños o cortos que sean, te traen nuevos viajes. Al menos es lo que yo pensé cuando me descubrí a mi misma disfrutando mañana, tarde y noche del Mar de Cortés durante los seis meses que estuve de estanciaen La Paz (México). Si Pablo ha descubierto su paraíso en la Tierra, yo he encontrado el mío en el mar.”

Lucía:

“Lucía corre. Siempre va corriendo, con el tiempo justo.

Esa esla frase que más dicen de mí. Es por la costumbre que tengo de querer estar en todos los planes, en todos los sitios, con toda la gente. Y todo el rato.

Sólo dejo de correr cuando viajo. Entonces no quiero prisas, me gusta ir tranquila y disfrutar, saborear olores y colores deahí donde estoy.

Mi afán viajero viene de mi padre que siempre nos ha instado a irnos, a conocer sitios y gente más allá de nuestro día a día. En esta búsqueda es cuando recupero la capacidad de sorprenderme y aprender como cuando era una niña.

Si pienso en mis momentos de felicidad encuentro que el 90% están asociados de un modo u otro a un viaje: un anochecer en Bagan, haciendo montañismo en la Patagonia, sintiendo la energía del Kalahari o perdida en cualquier mercado de cualquier ciudad del mundo.”